Generalmente, se asume que pantalla táctil y pantalla LCD son lo mismo, aunque como vemos en el artículo existen notables diferencias.
De hecho, se tiene también el concepto de que cuando tienes una tablet o un teléfono móvil, posees una única pantalla.
En realidad, este tipo de tecnología trabaja con dos tipos de pantallas que suelen ir ensambladas en una única pieza.
Ambas tecnologías se complementan. Hoy en día, la mayoría de dispositivos móviles en el planeta, además de las pantallas de portátiles y algunas pantallas de televisión, está optimizadas para ser táctiles.
Es decir, pueden ser usadas con los dedos, guantes o lápices con puntas de goma.
En esta ocasión, vemos la diferencia entre pantalla táctil y pantalla LCD.
Los investigadores desarrollaron un panel de vidrio, tras el cual existía una cámara de vidrio que interpretaba el contacto de los dedos de la persona. Años más tarde, se logró desarrollar una pantalla de categoría multi táctil, optimizada para «sentir» la actividad de los dedos.
El concepto de «sentir» hace referencia a la parte «sensorial» que tiene la optimización de la pantalla. Es decir, ya no se habla de una tecnología como una cámara optimizada para interactuar a base de un algoritmo.
Se habla de que la pantalla percibe la pulsación en su superficie y tiene un efecto.
Este efecto es naturalmente la actividad que indicamos en la pantalla. Este tipo de pantalla suele ser bastante delgada, a pesar de que sean desarrolladas en cristal. Lo que ocurre es que al realizar la presión sobre el cristal, el sistema interpreta la pulsación.
En eso se simplifica la condición sensorial de la pantalla. Por eso mismo, en tanto se trata de un cristal optimizado para ser sensible, es que en ocasiones se rompe y no tiene efecto sobre la funcionalidad sobre el móvil y no responde correctamente.
El cristal mantiene su esencia, su optimización, a pesar de estar fragmentado.
Lo que ocurre con las pantallas LCD es que se habla ya de una tecnología más avanzada. La pantalla LCD es la que contiene propiamente el líquido que materializa la calidad de los píxeles.
Los píxeles son toda la arquitectura clave que se proyecta en la pantalla, lo que define la luminosidad.
La pantalla LCD se halla justo debajo de la pantalla táctil.
Así que cuando existe una pulsación sobre la pantalla de cristal, la segunda capa reconoce dicha pulsación y enlaza dicha actividad a toda la arquitectura de software que posee el móvil.
La pantalla LCD es la esencia misma del teléfono. Por eso mismo, hay que tener un especial cuidado para que las caídas no provoquen que el líquido y la tecnología incorporada destruyan su utilidad. Al estar por debajo de la pantalla táctil de cristal, se tiene respaldada su protección.
Vemos ahora que realmente no existe la pantalla de cristal, sino que estás frente a la pantalla LCD. Posiblemente tendríamos la tentación de probar qué pasaría si pulsamos sobre dicha pantalla.
Al hacerlo vemos que el líquido de dicha pantalla se expande y vuelve a la normalidad en cuanto retiras el dedo.
Quizá hayas hecho esta prueba con la antigua pantalla de un PC. Incluso te habrás preguntado por qué si estás presionando sobre un ícono, el sistema no obedece. Esto se debe precisamente porque en dicho caso, la pantalla sólo funciona para mostrar imágenes.
Pero necesita de la tecnología de una pantalla táctil para que realmente tenga efecto.
Esta pregunta ya queda prácticamente resuelta en el apartado anterior, aunque vemos algún detalle más.
Y qué mejor manera que comparando el sistema táctil con lo que representa el clic que realizas con el ratón en un ordenador. En el sistema operativo, todo está dado para que el clic genere una reacción.
Cuando se empezó a trabajar en el concepto de la pantalla táctil, la meta era lograr precisamente que los dedos del usuario hicieran funciones de ratón.
Y de hecho, en cierta medida se hubiese podido lograr si la pulsación se realizará de manera directa sobre la pantalla LCD.
Solo que en dicho caso, las constantes pulsaciones a la estructura de la pantalla, habrían provocado la aparición de manchas. Así que la idea de la pantalla táctil surgió precisamente para evitar que este problema se presentara.
De ahí que la pantalla táctil y la pantalla LCD trabajen juntas.
Si la pantalla táctil se rompe al caerse, es muy posible que esta siga «funcionando».
Pero si el golpe llega a ser demasiado fuerte para generar un daño en la pantalla LCD, entonces la cuestión se complica al no visualizarse correctamente o puede que salgan rayas.
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En síntesis, los móviles y tablets modernos funcionan con dos pantallas: la táctil y la LCD.